La escuela y los servicios sociales. Caminando juntos en la Atención Temprana.

La escuela constituye un entorno natural en el que los educadores/as cumplen un doble papel. Por una parte son agentes de AT con un importante papel en la prevención primaria, secundaria y terciaria, detectando signos de alarma, facilitando el desarrollo y la inclusión del niño/a y acompañando a la familia. Pero también son destinatarios de los programas de AT recibiendo el apoyo y las orientaciones de los profesionales especialistas. Esta realidad obliga a tanto al ámbito educativo, como a los servicios sociales que desarrollan los programas de AT, a compartir marcos conceptuales y a coordinar sus actuaciones para que el proceso de AT se desarrolle con garantías de calidad, tanto para el niño como para las familias.  Han de definirse claramente los roles y diseñarse estrategias que permitan una comunicación fluida y la toma de decisiones eficiente que pongan al niño y su familia en el centro del proceso. Este camino requiere no solo un cambio de mirada por parte de los profesionales, sino también un compromiso de las administraciones que facilite la coordinación.